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Consejos para decorar un salón de estilo vintage

El tocadiscos, la bicicleta con cesta, el piso tipo tablero de ajedrez y las lámparas son algunos de los elementos que distinguen el estilo vintage. Su presencia puede dar un toque divertido e incluso nostálgico, en especial para aquellos que vivieron su juventud en la década de 1950. Lo curioso es que las generaciones de este siglo también aprecian el pasado y quieren incluirlo en la decoración de sus espacios.

A pesar de que la decoración vintage es, convenientemente, algo que no pasa de moda, aún hay mucha confusión en su implementación. Los excesos están lejos de ser correctos, al igual que la sutileza. Se trata de algo tan particular que la mejor forma de lograrlo es a través del equilibrio. A continuación, algunos consejos para decorar de forma acertada un salón al estilo vintage en los que podrías incluir nuestros sofás.

Antes que nada: ¿qué es el estilo vintage?

Para saber cómo decorar al estilo vintage, primero es necesario comprender bien qué es. Partamos de su etimología: “Vintage” es una palabra del idioma inglés usada para hacer referencia a objetos o piezas antiguas. Así que la base de este tipo de decoración la proporciona enteramente el pasado; o específicamente, los elementos que dejaron huella y siguen siendo populares pese al paso del tiempo.

A pesar de ello, la decoración vintage está lejos de convertir un recinto en una tienda de antigüedades. En cambio, plantea reutilizar de forma inteligente, selectiva y muy personal elementos antiguos muy reconocidos y representativos de su época. Como su mismo nombre sugiere, el vino resultante de las mejores cosechas, lo que destaca su papel ecléctico en la historia.

Elementos que no pueden faltar

La decoración vintage puede incluir cualquier objeto antiguo, siempre y cuando este sea lo suficientemente representativo de su época. Si el objetivo es decorar un salón, algunas piezas útiles serían; lámparas, portarretratos, cuadros, libros con cubierta de cuero, mesas al estilo de las décadas de 1940 y 1950, etc. Y ¿por qué no? La clásica bicicleta con cesta y flores.

Las vitrinas no son las favoritas de las nuevas generaciones, pero son muy útiles en la decoración vintage. Los sofás tipo Chester tampoco pueden faltar, acompañados de cojines. Si la situación lo amerita, un baúl de madera no estaría mal, para dar ese toque clásico que a tantos les gusta. Y, por supuesto, jarrones con flores para no dejar de lado a la naturaleza.

Los colores que distinguen el estilo vintage

En la actualidad, los tonos blancos, grises o marrones son muy populares; sin embargo, la paleta del estilo vintage es mucho más extensa y suele incluir colores mucho más llamativos. En la década de 1950, por ejemplo, los colores planos y las maderas eran prácticamente una norma; en la década de 1960, los tonos de verde y amarillo fueron rompieron esta tendencia.

Los estampados en lugar del unicolor

El carácter llamativo de la decoración vintage también hace presencia en los estampados, que también aluden muy bien al pasado. Los estampados prácticamente no se usan, pero sí son recordados con cariño; por ende, incluirlos en las paredes de un salón podría dar ese toque anticuado que buscamos. Aunque, claro está, deberíamos escoger más cuidadosamente los otros componentes.

Bonus: lo que debes evitar

Aunque conseguir las piezas recomendadas hasta ahora no necesariamente sea un problema, seleccionarlas sí puede suponer un desafío. Al decorar un salón, no solo debemos pensar en el aspecto estético, sino también en lo funcional y la comodidad. Si incluimos demasiados elementos y además los acompañamos con paredes estampadas y sofás antiguos, el resultado no será acogedor.

Evita saturar de accesorios los recintos

Si bien el estilo vintage debe incluir suficientes elementos que lo representen, podemos dejar los excesos de lado. Recuerda que el objetivo es integrar este tipo de decoración en un salón, no convertirlo en un depósito ni mucho menos un museo. Por tanto, una buena recomendación para tener éxito en el proceso es estudiarlo a fondo; esto permitirá afinar el criterio al escoger las piezas a incluir.

Evita los elementos que carezcan de personalidad

Esto nos lleva a la definición de la decoración vintage, que hace referencia a los elementos que dejaron huella. Hay una infinidad de objetos que fueron populares en su momento, pero que quedaron en el olvido; este podría ser un buen criterio para identificar lo que debemos evitar. Las piezas con carácter impersonal, aunque antiguas, solo perjudicarán tu objetivo.

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