20 mayo 2021
Consejos para proteger tu sofá de tus mascotas
Esas mascotas que son los pequeños de nuestra casa, quienes tienen una habilidad espacial para llenarnos de amor y alegrarnos cada uno de nuestros días. Bueno, casi todos, ya que no sería extraño despertar o regresar de la calle; solamente para encontrar que tus mascotas hicieron de las suyas en tu sofá.
Pero eso no es todo, ya que encima te encuentras con su mirada –sí, esa mirada–, la cual no tiene ni idea de cómo lo hace; pero consigue mover cada fibra de tu corazón y de alguna forma, dejándolo ir con poco más que una advertencia –casi como cuando nos orilla la policía de camino al trabajo–. Por lo que para evitar esas situaciones, te presentamos los mejores consejos, para que mantengas tus muebles protegidos de tus mascotas.
No, no tienes que cederle una habitación entera y mucho menos comprarle su propio sofá a tu gato o su majestad. Pero sí que puedes hacerte con una cama especial para mascotas, la cual hará que no deseen moverse de ahí durante gran parte del día. Asimismo, complementándola con todas sus cosas; ya sea su envase para comida, un juguete masticable o ese zapato que a tu perro le ha dado por destrozarte –que sí, que a todos nos ha pasado–.
Además, es importante tener en cuenta que tus mascotas siempre estarán contigo en todo momento –es decir, por algo son tus mascotas–; por lo que excluirlos no es la mejor solución. De ahí que reluzca la idea de su propio espacio dedicado para tus perros o gatos; evitando la molestia de limpiar el pelaje en todos los muebles, los cuales pueden resultar dañinos, no solo para ti, sino también para las visitas.
Aunque nunca está de más pasar una aspiradora, retirando cualquier residuo que dejen al subirse al sofá en nuestros momentos de descuido. Además de cambiar o voltear los cojines cada cierto tiempo, así como colocar una manta o sabana que combine con el mismo. De esa forma, protegiéndolo contra accidentes provenientes de nuestras mascotas. Sin mencionar que existen fundas protectoras en el mercado, ideal si lo que buscas es una opción más personalizada.
Si bien excluir a tus mascotas no siempre es la solución, existen una gran variedad de alternativas útiles para casos extremos; esos donde por nada del mundo queremos que nuestros perros o gatos se acerquen a nuestro sofá. Una de ellas es rociarles con agua, haciéndoles entender que se trata de un castigo, y que tendrán que mantenerse alejados de ahí.
Asimismo, está la opción de comprar una lata de aire comprimida, la cual NO utilizaremos directamente sobre nuestras mascotas. Ya que con el sonido o zumbido es más que suficiente para ahuyentarlos. Sin olvidar los aerosoles especiales –asegurándonos que no tengan ningún elemento dañino– los cuales le darán un sabor amargo a nuestro sofá, disuadiéndolos de morderlo.
En este punto, es importante mantenerse firmes y no dar paso a la ambigüedad. Ya que a todos nos ha pasado, que terminamos cediendo “solo por esta vez”, abriendo la puerta a futuras situaciones; en las que tus mascotas empezarán a ignorar las reglas ya establecidas. Por lo que importante mantener constantemente tu decisión.
Como mencionamos anteriormente, es natural que nuestras mascotas quieran estar con nosotros. Pero llegado estos casos extremos, una de las mejores opciones es cerrar nuestras habitaciones –sin mencionar que es una de las menos costosas y sencillas de implementar–. Por lo que solo tendremos que recordar cerrarlas cuando no deseamos que deambulen con libertad.
También es importante mencionar que es posible que las mascotas arañen las puertas mientras estamos adentro. Por lo tanto, en estos casos podemos reutilizar el punto anterior, estableciendo un límite en lo que pueden y no pueden hacer. Además de comprar protectores contra rayones para las puertas, evitando cualquier posible daño para nuestro sofá.
Asimismo, podemos instalar puertas para mascotas hacia otras zonas de la casa, permitiéndole a nuestros perros o gatos que acedan en áreas específicas de nuestros hogares. Especialmente útil cuando estamos mucho tiempo fuera de casa, evitando la ansiedad y el miedo de que destruyan nuestro querido sofá.
